Date: Sat, 07 May 2005 18:35:24 -0500
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Subject: Ovejas o la actitud del artista
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Un saludo cordial para todos,

La oveja, en su significado tradicional, es la representación de la inocencia y de de la pureza. La docilidad de estos animales es la «animalización» de los personajes que rodean a Don Quijote. El cura, el barbero, la ama, don Antonio, entre otros, están educados y han sido educados de acuerdo con los parámetros cristianos del siglo XVII. Recuérdese que Dios llama «rebaño» a sus seguidores. Es decir, sus seguidores son personas dóciles, «buenas», que cumplen unos mandamientos, que hacen «lo que debe hacerse». En otras palabras, ellos son «buenos cristianos». En los personajes de la novela de Cervantes, vemos unos personajes cuyas preocupaciones vitales no van más allá de una normal cotidianidad. Don Quijote, al atacar este rebaño, está atacando el conformismo, la inacción y el estatismo de una sociedad anclada en principios y reglas morales. Sugiere, con este hecho «absurdo» una tácita inconformidad con el mundo que lo rodea y por eso lo quiere cambiar. Don Quijote es el art
ista incomprendido (por eso es «loco»), cuestionado, amado, atacado y odiado. El rebaño de ovejas es la representación de una vida dócil, segura, sin riesgos, lo que llamaríamos «normal». Por eso todos añoran a que recupere la cordura y vuelva a ser Alonso Quijano el bueno: buen ciudadano, sigue unas leyes sin cuestionarlas y se comporta como tal. Don Quijote, por supuesto, se sale de estos parámetros establecidos y empieza a crear sobre lo que está creado. Es decir, hace arte. Los demás lo imitan temporalmente, lo insultan, lo envidian y lo tratan de volver a la cordura ya que en sus mentes tan fijas y rigidas el «desequilibrio» tiene que ser abolido. Es interesante anotar que ese «regreso a la cordura» es para satisfacer el ego de una comunidad que se resiste a aceptar otra forma de ver la vida. Por ello, cuando ya en su lecho, moribundo, Don Quijote dice que es Alonso Quijano el bueno, todos sienten alivio a pesar de que está en los albores de la muerte.
Para concluir, creo que el ataque al rebaño no es un ataque a la religión sino más bien un ataque a la forma en que se ha transmitido una actitud ante la vida totalmente docil, inactiva, no creativa, como las ovejas.

Cordialmente,

Carlos Torres
The University of Oklahoma