>Date: Tue, 17 May 2005 12:51:16 +0200 >From: Alberto Montaner <[log in to unmask]> >Subject: Analogias y deslindes cervantinos >Organization: Departamento de Filología Española, > Universidad de Zaragoza (España) > >Por supuesto que para una mentalidad analógica (o, mejor, analogista) >"Omni mundi creatura / quasi liber et pictura / nobis sunt specula", como >proclamaba Alain de Lille, y que "Symbolum est collatio rerum visibilium >ad invisibilium demonstrationem", según dejó sentado Hugo de San Víctor. Y >según la Tabla de Esmeralda, atribuida a Hermes Trimegisto, "Todo lo que >está arriba es igual a lo que está abajo y todo lo que está abajo es igual >a lo que está arriba". Pero no creo que justamente el neoplatonismo de >estirpe alejandriona sea la opción ontológica preferida por los actuales >estudiosos de la literatura, y en todo caso, lo que sirvió de base para la >exégesis mística medieval o para el esoterismo renacentista no tiene por >qué valer necesariamente para la explicación de los fenómenos literarios. >Claro que no pretendo negar ni lo fructífero de la analogía ni la >capacidad de generar interpretaciones de alto vuelo (por retomar los >términos de Celina Sabor de Cortázar, tan acertadamente traídos a colación >por Emilia Deffis), sino plantear la cuestión de que, si lo que >pretendemos es explicar las obras literarias (es decir, dar razón de su >constitución como artefactos estéticos producidos en un particular marco >histórico y en unas condiciones socio-culturales determinadas), no todas >las analogías son válidas, sencillamente porque no son útiles al propósito >último de la disciplina, que a mi juicio no es otro que ese "explicar las >obras" al que acabo de referirme. Y para ello, atenerse a la literalidad >del texto (como punto de partida, no como valla infranqueable) me parece >fundamental. Por volver a los ejemplos comentados: ¿realmente tiene >sentido que dos o tres aventuras sueltas de don Quijote, separadas por >otras tantas y por lo tanto desvinculadas en el decurso inmediato de la >narración contengan una crítica cohesionada y compacta, sea a la política >monetaria de Felipe III, sea a los desmanes de la iglesia católica, sea a >una determinada postura teológica? ¿todas las escenas que hay entre unas y >otras responderían entonces al mismo propósito o lo harían solidariamente >a otro distinto? ¿o sólo unos episodios contienen carga simbólica y otros >no? ¿es realmente necesario hacer ese tipo de lecturas para que la >historia tenga sentido? ¿hay algún indicio expreso de que la significación >propuesta venga sugerida por el propio texto? ¿vale cualquier otra que >mantenga una mínima coherencia con lo que dice el texto, aunque nada en >éste la sugiera de forma directa? Se me ocurre que, dado el símil >establecido ya por Estrabón, entre la silueta de la Península Ibérica y >una piel extendida (habitualmente de toro, pero no necesariamente), ¿no >podría ser la carga contra los odres una crítica contra la política >autoritaria de los Austrias que pretenden unificar artificialmente la >"piel de toro" mediante, por ejemplo, la reducción de los fueros >aragoneses en las cortes de tarazona de 1593? Ahora bien, frente a la >enunciación libre de una hipótesis de trabajo cualquiera, su validación se >funda en el equilibrio entre lo que dice el texto, lo que el contexto >podía permitir entender y la función interna del episodio en el conjunto >del relato, todo lo cual constituye (a mi ver) el marco inexcusable en el >que debe situarse todo intento de explicación. > >Ahora bien, si lo que queremos es proponer infinitas lecturas posibles, >mostrando con hechos la radical versatilidad de todo texto literario (al >menos para los que nos dedicamos profesionalmente a analizarlos) y sumar >nuevas alusiones, guiños e intertextos el bagaje quijotesco; en >definitiva, si lo que queremos es dejar volar libremente la imaginación a >la hora de la lectura (como, por lo demás, puede y suele hacer cualquier >lector, por el mero hecho de serlo), entonces nada de lo dicho arriba >tiene fuerza ni la noción de "sobreinterpretación" (que, aprovecho para >aclarar, aunque difundida por Eco, se debe a Bourdieu, quien la enunció en >una fecha tan temprana como 1976 y la ha retomado en 1992, aunque no >siempre con esa denominación) posee fundamento. El caso es que, a mi >entender, no se trata simplemente de producir lecturas más o menos >ocurrentes (algunas de las cuales valdrán por su propio ingenio, como lo >valen las variaciones en el jazz, independientemente del punto de >partida), sino de generar explicaciones, y eso nos devuelve al párrafo >anterior y a las consideraciones en él contenidas. > >Un cordial saludo, > >Alberto Montaner >Universidad de Zaragoza