«Et tu, . . . ?»

¿Qué decir de Santa Teresa o Torquemada?  Justamente ayer fui a una librería a comprar un libro cuyo título siempre me ha intrigado y tuve que pasar por el estante de Military History para llegar a él (el libro que deseaba estaba en Self Help, o sea, después de la M).  De reojo vi un libro con un título que simplemente no imaginaba ver (jamás se me habría ocurrido ni pensarlo), Hitler's Jewish Soldiers (Kansas P, 2004), de un historiador estadounidense llamado Bryan Mark Rigg, educado en Yale y Cambridge y que ahora enseña en la American Military University (Charles Town, West Virginia).  Mi instinto fue comprarlo inmediatamente (así soy yo de impulsivo en las librerías), pero después me dije, ¿para qué?  Tengo mil cosas pendientes y simplemente no tengo tiempo para meterme en asuntos no hispánicos de otros siglos.  Pero por supuesto, ahora estoy buscando información en la Internet sobre el libro y he encontrado lo siguiente, lo cual comparto con Uds. <http://www.kansaspress.ku.edu/righit.html>.  Aparentemente hubo 150.000 soldados de descendencia parcial judía (Mischlinge), incluso generales y militares condecorados, que participaron activamente en las fuerzas armadas alemanas del Tercer Imperio.  El Prof. Riggs es un oficial del US Marine Corps.  También ha sido voluntario activo en las fuerzas armadas israelíes.  Supongo que si la Wehrmacht pudo ser así de flexible para sus propósitos en el siglo XX, también en los siglos XV y XVI pudo valerse el Santo Oficio de la ciega lealtad de un Torquemada o la Iglesia de la inquebrantable fe de su primera doctora.  Cada individuo es un universo de una complejidad infinita, no importa su genealogía.  Lo mismo diría de cualquier objeto de arte o texto poético.  Acaso por eso me inclino por preferencia (no por predisposición genética) a las ideas estéticas de Croce y Kant.


Date: Wed, 15 Jun 2005 21:31:07 -0400 (EDT)
From: [log in to unmask]
Subject: Re: De ARL: Coloquio Cervantes
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Hmm. Se me ocurre ahora algo.  Mis admirados Karl Popper y Ludwig von Mises vivieron en la Viena de los anos treinta (y luego en Inglaterra y Estados Unidos, respectivamente, pero ya formados desde el punto de vista intelectual).  Fueron enemigos acerrimos del Marxismo y otras variantes mas o menos "cientificas" del socialismo.  Desde el punto de vista religioso y cultural eran agnosticos.  Marx vivio en la Alemania del siglo diecinueve.  Defendio decididamente el socialismo mas o menos "cientifico."  Desde el punto de vista religioso y cultural era un ateo.  Edith Stein vivio en la Alemania nacional socialista de los anos treinta y cuarenta.  Desde el punto de vista religioso y cultural era catolica y por ello enemiga del nacional socialismo y del marxismo.  Los cuatro eran de origen indisputablemente ("etnicamente") judio.  Y que decir de Santa Teresa y Torquemada? Dario
 
In a message dated 6/15/2005 3:45:44 PM Central Standard Time, [log in to unmask] writes:
Velas para Nosferatu

Celebro las aclaraciones conceptuales respecto a la cuestión étnica y/o cultural-religiosa de Cervantes.  Por ser quien es (o fue), y por la importancia que la crítica castrense le ha dado al tema, supongo que es el tema todavía está en vigencia.  No obstante, aún en el caso de criptojudaísmo, no estoy totalmente convencido de su importancia, excepto, acaso, en el caso de un autor que escribiera sobre asuntos teológicos (y sólo en el caso de que cometiera un error [y aún así, la intención sería lo único importante, creo yo]).  Cuestiones de esta índole siempre me hacen pensar en el ensayo de Oscar Wilde sobre La decadencia de la mentira (1873).  Después de todo, la insigne ficción es precisamente la que crea mundos cerrados ajenos a la biografía particular de su creador, o sea, la que miente en forma convincente.  Otrosí, recuerdo que Pi y Margall, en ocasión acaso más católico que el papa, a pesar de su ideología republicana, acusaba al pobre jesuita Juan de Mariana de ser un hombre pérfido y un sacerdote hipócrita por sus supuestas ideas políticas sobre el regicidio en De rege et regis institutione.  No obstante, un autor (sea o no Juan de Mariana o jesuita) que escribe un tratado político (De rege) o económico (como en el caso de De monetae mutatione) escribe en uno y otro caso como político o como economista respectivamente, no como eclesiástico.   Cuando un Segismundo Freud escribe su Moisés y el monoteísmo o Tótem y tabú, se expresa como antropólogo o estudiante de religión; cuando escribe sobre histeria lo hace como médico.  Un Pier Paolo Pasolini (comunista y gay) que gana premios de la Office Catholique International du Cinéma o de la Lega Cattolica per il Cinema e la Televisione della RFT por su Evangelio según San Mateo no es necesariamente un criptocristiano sino un buen director de cine.  Cuando Cervantes escribe ficción lo hace como el excelente mentiroso que fue.  Bien podría haber sido budista o hindú, japonés o chino.  No creo que importe demasiado, salvo acaso para un inquisidor, y sólo si hubiera escrito algún tratado teológico y hubiera hecho algún error en él.  Sería mi humilde opinión.  Saludos cordiales de ARL.