Date: Fri, 17 Jun 2005 17:57:06 -0600
From: "K. Sliwa" <[log in to unmask]>
Subject: Peticion-Cervantes
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Querido amigo mio,

Te pido volver a enviar dicho mensjae, pues por algunas razones inexplicables para mi no aparecieron algunas partes de este trabajo. Mil gracias por todo y recibe un muy fuerte abrazo, Chris.

 

«Una respuesta sincera es como un beso en los labios y como el agua es espejo del rostro, el corazón es espejo del hombre».<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />

¡Enhorabuena! querido amigo Roberto con haber dado en el blanco, pues «la verdad ha de andar siempre sobre la mentira como el aceite sobre el agua».

Antes de poner algunas pruebas y repruebas confieso que no he colocado todos los testimonios auténticos, pues éstos enseñé con muchos descubrimientos de nuevos datos y documentos gracias a Dios Todopoderoso y toda la Corte Celestial en mi libro que ya está en prensa, «Vida de Miguel de Cervantes Saavedra», prologado por mi querido amigo Kurt Reichenberger, editado por Edition Reichenberger, 2005.
  1. Los padres de Leonor Fernández de Torreblanca fueron Isabel Fernández, hija de Juana Fernández y del mercader Diego Martínez, y su esposo, el bachiller Juan Díaz de Torreblanca, médico y cirujano, hombre de pocos escrúpulos, según la documentación, e hijo de Rodrigo Díaz de Torreblanca, éste matrimoniado con María Alonso y ésta casada luego en segundas nupcias con el médico maestre Juan Sánchez, quien no fue mencionado por Astrana Marín en la ascendencia de Miguel de Cervantes Saavedra. Se observa que la familia Díaz de Torreblanca ejercía con mucha frecuencia la profesión médica. Acaso eran judíos conversos o es que eran sencillamente cristianos viejos bien acomodados económicamente que profesaban una de las profesiones más respetadas y prestigiosas del mundo. La documentación cervantina lo enmudece, a pesar de que he visitado más de 70 archivos y bibliotecas de mi segunda querida patria España, no encontré ningún disparate referente a los Torreblanca, judíos, conversos, moros, etc. Sí, tuve mucha suerte a esta sazón de descubrir un nuevo documento de Miguel de Cervantes Saavedra [K. Sliwa, «Un documento inédito sobre el cautiverio de Miguel de Cervantes Saavedra», Anales cervantinos 34 (1998), 341–57].
  2. De nuevo, a título de ejemplo, Andrés de Ozaeta, en nombre de Rodrigo de Cervantes, pidió que el licenciado Duarte de Acuña, teniente de corregidor en Madrid, mandase hacer información de testigos, para establecer que Miguel de Cervantes Saavedra, su hijo y de Leonor, era hijo legítimo suyo y de dicha su esposa, y que ni él ni sus padres ni abuelos, ni los de su esposa, habían sido ni eran ellos mismos moros, judíos, conversos ni reconciliados por el Santo Oficio de la Inquisición ni por otra justicia de caso de infamia, antes habían sido y eran muy buenos cristianos viejos. Este día Rodrigo introdujo por testigo al alguacil de Madrid, Alonso Getino de Guzmán, de edad de 36 años, más o menos, quien juró que era verdad todo lo que había afirmado Rodrigo y que conocía a Rodrigo desde hace 8 años, hombre de buena vida, casado con Leonor de Cortinas, habido por buen hidalgo y limpio de toda raíz.
  3. Pirro Boqui compareció de edad de 36 años, más o menos, andante en la corte de Su Majestad, quien juró que era verdad todo lo que había confirmado Rodrigo que estaba casado con Leonor de Cortinas, que sus padres no habían sido de casta de moro ni judíos, ni tuvieron ninguna raza de ellos, y los tuvo por cristianos viejos, limpios desde sus abuelos.
  4. Es muy difícil probar que Catalina de Cabrera, esposa de Ruy Díaz de Cervantes, éstos bisabuelos paternos de Cervantes, perteneciese a la clase noble, ni tampoco que los Díaz de Torreblanca proceden del ilustre linaje.
  5. Contra Astrana Marín cree que los Quijadas de Esquivias eran conversos. Por tanto lo sería la mujer de Cervantes, pariente de ellos, y también de los descendientes de Francisco de Rojas. Este argumento, y el de la profesión médica del padre me parecen de alguna fuerza. En contra, puede alegarse, no la información que obtuvo de limpieza de sangre [K.Sliwa, «La supuesta hidalguía de Rodrigo de Cervantes, padre de Miguel Cervantes Saavedra», Actas del IV Congreso Internacional de Asociación de Cervantistas. Volver a Cervantes. Lepanto, 1–8 de octubre de 2000. Vol. 1. Palma de Mallorca, Universitat de les Illes Balears, 2001, 131–38], pues ya sabemos como se obtenía, sino el tono despreciativo en que habla de los judíos. A título de ejemplo: « ... y cuando otra cosa no tuviera sino el creer, como siempre creo, firme y verdaderamente en Dios y en todo aquello que tiene y cree la Santa Iglesia Católica Romana, y el ser enemigo mortal, como lo soy, de los judíos, debían los historiadores tener misericordia de mí y tratarme bien en sus escritos».
6.        Diego García de Salazar, bisabuelo materno de la esposa de Miguel de Cervantes, Saavedra recomendó a sus hijos que no se emparentasen con los Quijadas. El mismo año Alonso Capoche proclamó desde la torre de la Iglesia, por los Quijadas, parentesco con María de Salazar, hermana del bisabuelo materno de la esposa de Miguel de Cervantes Saavedra que 7.        Gaspar Frías de Miranda, con máscara y hacha, buscó «judío por quemar». Dijo a Juan Quijada, esposo de María de Salazar «perdone vuesa merced, señor Juan Quijada, que no le había visto».

8.        A más de eso, Pedro Urreta de Salazar declaró que los labradores de Esquivias habían llamado «judío» a Gabriel Quijada.

9.        Todos sus testigos de Argel, lo han visto unánimes vivir como buen cristiano, temeroso de la honra de Dios, confesarse y comulgarse en tiempos en que los cristianos lo acostumbraban, y si algunas veces ha tenido pláticas con moros o renegados, ha defendido siempre la santa fe católica y ha confrontado y animado a muchos porque no se hicieran moros y renegados. Y cuando Sancho le declaró que «queda descomulgado, por haber puesto las manos violentamente en cosa sagrada», Don Quijote replicó que «más yo sé bien que no puse las manos, sin este lanzón; cuanto más, que yo pensé que ofendía a sacerdotes ni a cosas de la Iglesia, a quien respeto y adoro como católico y fiel cristiano que soy, sino a fantasmas y vestigios del otro mundo».

10.     Encima de ello y a ciencia cierta el comisario de «dem Friedensfürst» leía la Biblia, la conocía irreprochablemente y aludía a sus citas a lo largo de sus obras. Cité más de 10 páginas de ellas en mi «Vida» que tendrán la oportunidad de averiguarlo, y quizás llegar a ser otra vez cristianos viejos, así como muchas otras cosas que dejo sin revelar aquí para que tengan el mejor disfrute de la lectura al repasar sus páginas.

11.     Regresando a los momentos duros Cervantes nunca olvidó a rezar, a título de ejemplo:

 

«¡Virgen bendita y bella,

remediadora del linaje humano!

Sed Vos aquí la estrella

que en este mar insano

mi pobre barca guíe

y de tantos peligros me desvíe.

¡Virgen de Monserrate,

que esas ásperas sierras hacéis cielo!

Enviadme rescate,

sacadme de este duelo,

pues es hazaña vuestra

al mísero caído dar la diestra.

Entre estas matas quiero

esconderme, porque es entrado el día;

aquí morir espero;

Santísima María,

en este trance amargo,

el cuerpo y alma dejo a vuestro cargo...»

 

«¡Nunca con menos afán

he caminado camino,

 

y, a lo que yo imagino,

no está muy lejos de Orán.

¡Gracias te doy, Rey divino!

¡Virgen pura, a Vos alabo!

Yo ruego llevéis al cabo

tan extraña caridad;

que, si me dais libertad,

prometo seros esclavo».

 

En resumidas cuentas, es hora de afrontar la verdad, pues a pesar de tener:

 

A.               1.661 documentos cervantinos [K. Sliwa,  Documentos cervantinos: Nueva recopilación; lista e índices. New York, Peter Lang, 2000],

B.                548 documentos de Miguel de Cervantes Saavedra [K. Sliwa, Documentos de Miguel de Cervantes Saavedra. Prólogo de mi querido amigo Jean Canavaggio, Ancien Directeur de la Casa de Velázquez, Madrid, N.° 31. Pamplona, Universidad de Navarra, Anejos de Rilce, 1999],

C.                288 documentos legales del licenciado Juan de Cervantes, abuelo paterno de Miguel de Cervantes Saavedra [K. Sliwa, El licenciado Juan de Cervantes. Efemérides del licenciado Juan de Cervantes. Documentos y datos para una biografía del abuelo paterno del autor del Quijote. Prólogo de mi querido amigo Litterarum Doctor Honoris Causa, Juan Bautista de Avalle–Arce, Marqués de la Lealtad, Kassel, Edition Reichenberger, 2001],

D.                más de 1.737 documentos cervantinos examinados detalladamente en [K. Sliwa, Vida de Miguel de Cervantes Saavedra. Prólogo de mi querido amigo Kurt Reichenberger, Edition Reichenberger, Kassel, 2005],

E.                 cerca de 900 páginas con más de 1.737 documentos cervantinos analizados y presentados en [K. Sliwa, «Efemérides cervantinas», La Gran Enciclopedia Cervantina, dirigida por mi querido amigo Carlos Alvar, Alcalá de Henares, Centro de Estudios Cervantinos, 2005],

F.                 descubrí y coloqué más de 400 parientes nuevos en [K. Sliwa, Árbol genealógico de Miguel de Cervantes Saavedra, prologado por mi querido amigo A. Robert Lauer, Edition Reichenberger, Kassel, esperando su pronta salida por mi querido amigo Kurt Reichenberger],

G.                y por fin tuve mucha suerte de leer todas las biografías de Miguel de Cervantes Saavedra, es decir, las biografías serias o eruditas y las novelescas o de divulgación [K. Sliwa, «Historia de las biografías de Miguel de Cervantes Saavedra», Tesis Doctoral, Florida State University, 1997] donde investigué detalladamente once biografías cervantinas, sus reseñas y todo lo relacionado con Cervantes en el momento de redactarlas, así como las biografías de los biógrafos para así conocer mejor sus razones de componer la vida de Cervantes. Éstas han merecido un análisis profundo por haber contenido los datos conocidos de la vida de Miguel de Cervantes Saavedra, sin haber inventado diálogos, sin haber designado actitudes, sin haber dejado de citar un apoyo textual; por haber repasado directamente los materiales y la bibliografía existente y por haber dado fuentes por sus afirmaciones. Generalmente, por haber proporcionado nuevos documentos o datos [de ellas hablé más en mi «Vida»].

 

en ningún trabajo mencionado de una investigación estricta y de muchos otros [Ver: cerca de 500 obras en la bibliografía «Vida»] encontré que Cervantes era judío, converso, moro, divorciado, o como algunos «le buscan novios», etc. Por lo tanto, pido no seguir fantasías o apasionarse por su propio interés, sino tratar de acomodar y ajustar milimétricamente los hechos documentados en la línea biográfica definitiva; tarea, en algunos momentos de la vida de Cervantes, ardua, peligrosa y casi imposible, por la escasez de datos genuinos.

Ahora bien, ¿tenía Cervantes un probable origen judío? ¿Era cristiano viejo o nuevo? ¿A qué casta pertenecía? De este asunto se han compuesto sinnúmero de fantasías y locuras o se ha tomado una posición neutral, sin patentizar ni un documento fehaciente.

Los que piensan que Cervantes era judío o tuvo una ascendencia judía, opino que están muy equivocados, y a la vez muy ricos en la fantasía, por decir algo nuevo, por si acaso.

De alguna manera no quieren fijarse en sus obras ni documentos, y si lo hacen es sólo cuando les conviene, ya que el mismo Cervantes por boca de Sancho manifestó cristalinamente que: «cuando otra cosa no tuviera sino el creer, como siempre creo, firme y verdaderamente en Dios y en todo aquello que tiene y cree la Santa Iglesia Católica Romana, y el ser enemigo mortal, como lo soy, de los judíos, debían los historiadores tener misericordia de mí y tratarme bien en sus escritos».