Date: Sun, 26 Jun 2005 17:49:45 -0600
From: "K. Sliwa" <[log in to unmask]>
Subject: Defensa del biografo cervantino

«El amor verdadero procede de un corazón limpio,
de una conciencia recta y de una fe sincera».

Queridos caballeros andantes e hidalgos de solar conocido,

En este discurso quiero proteger el afán del biógrafo cervantino, en especial, a nuestros
biógrafos cervantinos, en el orden alfabético:
1.      Profesor Alfredo Alvar Ezquerra, «Cervantes, Genio y libertad», Madrid, Temas de Hoy, 2004,
2.      Profesor Francisco Javier Blasco Pascual, «Miguel de Cervantes Saavedra: regocijo de las musas», Valladolid, Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial, 2005,
3.      Profesor César Brandariz, «Cervantes decodificado», Madrid, Ediciones Martínez Roca, 2005,
4.      Profesor Jean Canavaggio, «Cervantès», París, Mazarine, 1986,
5.      Profesor Donald P. McCrory, «No Ordinary Man», London, Peter Owen, London and Chester Springs, 2002,

pues nunca, que yo sepa, se ha defendido su esfuerzo desmedido. Siempre se ha salido contra el empeño monstruoso del escritor de la vida de Cervantes, así como contra «las canas que son corona de la gloria que se obtiene en el camino de la justicia», con más ofensas, juegos de palabras y cosas inusitadas que defensas, fascinación y gratitud, y en muchos casos, sin razones bien despejadas, pues «lo que rebosa corazón habla su boca».
La razón de esta protección es que después de haber leído todas las biografías cervantinas [K.Sliwa, «Historia de las biografías de Miguel de Cervantes Saavedra», Tesis Doctoral, Florida State University, 1997], reconozco que aprendí un montón sobre el autor de las «Novelas ejemplares», así como sobre España debido a las vidas del Manco de Lepanto. Observé con gran admiración, curiosidad y agradecimiento el desarrollo de cada vida del «amado discípulo» de Juan López de Hoyos desde la de Gregorio Mayáns y Siscar (16991781), de 1737, hasta la última biografía del Profesor Destacado Brandariz, 2005.
El trabajo del biógrafo cervantino es un constante rompecabezas, muy arduo, peligrosísimo, y el menos agradecido mundialmente; sin tomar en cuenta que éste pasa noches y días, hasta al amanecer, aplica su corazón a la verdad, nos enseña con mesura, y con precisión nos transmite el saber, sin sentir hambre ni cansancio, no abandona su tarea hasta terminarla, dormido en la silla y sudado, indiscutiblemente, en sangre; sin mencionar su conocimiento superior, en mi humilde opinión, estudiando detalladamente todas las biografías, las obras maestras del
comisario del Rey Prudente, las magníficas creaciones de sus mercedes, a título de ejemplo, sus artículos, reseñas, y libros relacionados con cualquier tema cervantino, y además de ello, corriendo de un fin del mundo al otro con el objeto de participar activamente en las conferencias, los coloquios y los discursos donde aprende y crece, sin duda alguna, gracias a sus estudios meritorios.
No obstante, di con gran sorpresa, es decir, los hechos torcidos el camino de la averiguada verdad y llaneza, pues mi juicio está basado en las reseñas analizadas minuciosamente referentes a las vidas del famoso soldado de «des Friedensfürsten».
Hago hincapié que todo eso descubrí en las reseñas. Pues hoy en día no solamente debemos tener muchísimo cuidado al leer, estudiar y criticar al biógrafo cervantino, sino también prestar, en primer lugar, máxima atención al examinar meticulosamente el producto del autor de la reseña, y no tomarlo con anticipación por el auténtico, fidedigno e indiscutible, «sin enterarse primero de sus necesidades, porque en su propio provecho nos aconsejará», donde yo he encontrado muchas inexactitudes y errores contra el carácter dulce del biógrafo cervantino, sus obras, así como contra su gratitud merecida.
Pongo de relieve que las obras del autor de las «Comedias y entremeses» abundan de los pasajes autobiográficos del novelista impar, y las interpretaciones de mucho éxito elaboradas por sus mercedes se deben en parte a los biógrafos anteriores y presentes, pues basta revisar sus citas bibliográficas expuestas al final de sus obras, lo que una vez tras otra he verificado con mucho esmero, y a esta conclusión innegable llegué después de haberlas comparado escrupulosamente.
Francamente, os pregunto ¿cómo hubiéramos enseñado a nuestros estudiantes y al público mundial sin haber conocido al menos una de las vidas del Manco de Lepanto?
Por algo, mis queridas Damas y estimados Caballeros andantes,
el Conde de Granville Lord John Baron de Carteret (16901763), Ministro Secretario de Estado de Jorge II (Rey de Inglaterra, 16831760), Embajador en Suecia e hispanista muy conocido, encargó a Gregorio Mayáns y Siscar (16991781), bibliotecario de Su Majestad, redactar la primera biografía del autor del «Don Quijote»; sintiendo muy gran respeto por el primer biógrafo cervantino. ¿Sentimos lo mismo hoy en día?
A consecuencia de lo cual, pido rebajándome profundamente que no se desprecie más a ninguno de estos grandes biógrafos, en vez de ello, ruego honrarlos con todo vuestro corazón, reconocer la grandeza de su trabajo, y expresarles vuestro agradecimiento, apoyo, consejo y comprensión, pues «hacer un amigo es una gracia, tener un amigo es un don, conservar un amigo es una virtud, ser un amigo es un honor». Cada uno de ellos ha contribuido, según mi concepto muy honesto, varios descubrimientos fundamentales, influyentes, trascendentales y valiosos a nuestro saber relacionado con la vida de Miguel de Cervantes Saavedra, su familia, sus obras maestras y España de entonces, siempre poniendo de manifiesto algún misterio guardado y jamás divulgado hasta la salida de una nueva biografía sobre el genio de la literatura española [Ver: Kurt Reichenberger y Rosa Ribas, «Ein kryptischer Cervantes. Die geheimen Botschaften des Don Quixote», Kassel, Edition Reichenberger, 2002].
Cada uno de los biógrafos del nieto del juez de los bienes confiscados por el Santo Oficio de la Inquisición Suprema ha dado un gran paso adelante que merece nuestro reconocimiento sincero y muy cariñoso, pues «cuanto más grande seas, más debes humillarte», y gracias a los biógrafos anteriores, así como a los presentes Profesores Alfredo Alvar Ezquerra, Francisco Javier Blasco Pascual, César Brandariz, Jean Canavaggio, y Donald P. McCrory hemos progresado apreciablemente.
Ahora bien, por lo que se refiere a la biografía del Profesor Destacado César Brandariz, «Cervantes decodificado», primero le felicito por su gran trabajo y segundo se lo agradezco de todo corazón. Pues según mis observaciones humildes, el biógrafo cervantino Brandariz es el primero, a título de ejemplo, quien ha descubierto el pueblo Cervantes, ha identificado muchos pasajes en las obras cervantinas que no han sido discutidos e indicados anteriormente, y con certeza ha abierto nuevo camino en los estudios cervantinos. Como resultado de ello, suplico agradecerle y apreciar su trabajo, así como de los demás biógrafos cervantinos que están con nosotros.
Finalmente, confieso que las obras magistrales de los biógrafos cervantinos anteriores, así como de los presentes Alfredo Alvar Ezquerra, Francisco Javier Blasco Pascual, César Brandariz, Jean Canavaggio, y Donald P. McCrory, me marcaron profundamente para siempre, siendo vuestro seguidor incansable, y fueron un ejemplo inestimable durante mis estudios que sin cesar me han asistido en mi investigación, enseñándome a amar a Cervantes y España, así como seguir vuestros pasos ejemplares. Por ello, queridos amigos míos dignos de honor quedo en perpetua deuda de gratitud con vuestro auxilio. Me despido con mi agradecimiento muy sincero por vuestras enseñanzas inolvidables y deseo que sean muy fuertes, tengan muchísimo ánimo y sigan investigando a ritmo infatigable, informándonos sobre vuestros nuevos éxitos, Chris.
«Laus in Excelsis Deo».