Date: Thu, 29 Sep 2005 12:25:18 +0200
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To: "A. Robert Lauer" <[log in to unmask]>
Sensitivity: Normal
Original-recipient: rfc822;[log in to unmask]

Querido Robert


Han pasado varios días desde que comuniqué que tras confrontar textos y cotejar otras relaciones y crónicas de la época, llegaba a la conclusión de que  la inspiración de  la trama inicial de 18 capítulos de la segunda parte de Don Quijote, se encuentra en la relación del “Viaje de Felipe segundo a Inglaterra” en 1554, del cronista  Andrés Muñoz (Sociedad de Bibliófilos españoles, Madrid. 1877) y más específicamente en el apartado titulado: “las fiestas que el conde de Benavente hizo en su villa al príncipe”.

Hoy  y a la vista de que, casi sin tiempo para asimilar este hallazgo, un querido profesor  ha  avanzado alguna interpretación  “inesperada”,  sobre la intención creativa de Cervantes en esos episodios del palacio de los Duques, y por otro lado se nos presenta otro nuevo y  magnífico entre los bancos de datos que buscarían visualizar los episodios en donde transcurriría las acción de Don Quijote,  quisiera, si se me permite, insistir en algunas consideraciónes:

Primero, que desde luego y como cabía esperar y es compatible con mí comunicado, basta leer los capítulos de Don Quijote señalados, para comprobar que la recreación cervantina de esa primera trama aludida, su desarrollo  y su resolución, así como el lenguaje literario, y la expresión y recursos estilísticos, no tienen, no obstante, nada que ver con el escrito de Andrés Muñoz y son indisociables del genio creativo de Cervantes.

Segundo, que esta nueva evidencia sobre la inspiración escenográfica inicial  de esos 18 capítulos, se suma a las ya expuestas en “Cervantes Decodificado” para otros capítulos y episodios, y ratifica  más y más que en Don Quijote de la Mancha se detecta, una falta de correspondencia o una discordancia, entre las citas geográficas (extraídas en su gran mayoría de la Mancha geográfica  y también de Aragón y otras zonas) que Cervantes utiliza a un nivel puramente  nominal  y las descripciones, sean topográficas, ambientales o costumbristas (que en su gran mayoría, y al igual que en este caso, se sitúan en los cinco antiguos territorios de los condes-duques de Benavente)  y que sí parecen reflejar cuales son los “espacios mentales” de Cervantes cuando escribe esta maravillosa obra.

Surge lógicamente la gran interrogante ¿por qué esa sorprendente discordancia? ¿Qué es lo que hay en la cabeza de nuestro autor?
 
Algo ya sabemos y tal vez no poco  si comprobamos que nada menos que el propio término “mancha”  es empleado por Cervantes  en dualidad de significados según las ocasiones. Pero sin duda todavía nos queda mucho que saber del porqué de esta discordancia y desde luego coincido con el profesor Montaner en que lo deseable no es una interpretación a trozos de El Quijote, que en mi opinión nos puede llevar a un gran “pandemonium”

 
Tras el análisis llevado a cabo en “Cervantes Decodificado”, es obvio que para mi  los Duques no pueden ser otros sino  los  propios condes-duques de Benavente cuyo espíritu burlesco ya tenía un precedente en el lavatorio de barbas al embajador de Portugal, llevado a cabo en su castillo y documentado en la Miscelánea de Luís de Zapata, que Cervantes remeda en Don Quijote, Sancho y el propio Duque, lo que concuerda, a mayor abundamiento, con que su ínsula Barataría,  no pueda ser otra,  una vez analizadas las catorce referencias contenidas en El Quijote, sino la propia Benavente. 

Se podría aludir a algún otro detalle de menor importancia. Lo que la “cazadora de altanería”, en la realidad la condesa-duquesa de Benavente, Doña Mencia Zúñiga Requesens, lleva en su mano en el prado o piélago de Granucillo, cercano efectivamente al castillo o casa de placer de verano,  (II XXX),  no es un  halcón sino un azor (II, XXX), matiz que hago porque en esa época, el tipo de ave constituía un  signo  diferenciador en la cetrería nobiliaria.

Finalmente si tengo que volver a referirme a los espacios físicos que se corresponden literalmente con las descripciones de Miguel de Cervantes Saavedra en Don Quijote de la Mancha, para decir que  no han variado demasiado y que con sus nombres actuales son: Cervantes aldea, (precioso y humilde lugar que  tenía un solo cura y un solo campanario al que se accede tras una pronunciada cuesta que sigue naciendo de una ruta que a cuatro se dividía), las florestas , riachuelos y hayedos cercanos a Cervantes Aldea y a San Juan de la Cuesta , los lugares en donde se constata la existencia en el Siglo XVII de Molinos de Viento, las siete lagunas en el alto Tera, la profunda Cueva de Sotillo franqueada por cambroneras y cabrahigos, la  fuente del vizcaino y el barbecho de la Aldonza cercanos ambos a Montesinos, la aldea de Santa Colomba en el Terroso donde casi todos los habitantes se llamaban y llaman Saavedra,  los antiguos batanes del Terroso y Sayago,  la antigua venta de Asturianos, el capitel con tres faldas (Trifaldí) de la Torre de Mombuey  zona que mantiene la mayor densidad de lobos de Europa (la Condesa Lobuna), los piélagos y antiguas aceñas de Granucillo, el Castillo de Granucillo o casa de placer de verano, cuya estructura exterior se conserva, el foso del antiguo campamento romano (edificios antiguos de tiempo inmemorial) de Sansueña (antigua Petavonium) en donde cae Sancho y el rucio, los campanarios de Sansueña, la aldea Grijalba que da apellido a la dueña, la planicie de la Polvorosa en donde hubo batallas contra musulmanes (y segun la historia de la trahumancia se encuentran los rebaños, a los que Don Quijote acomete), el monte-bosque donde caza  Felipe II (y también los Duques y Don Quijote), los restos del gran jardín de los condes-duques de Benavente en cuyo antiguo Zoo consta que había leones mansos, los prados por donde corrían los toros que exhibieron ante Felipe II y el Infante Carlos (e imaginativamente atropellaron a Don Quijote). La ruta de peregrinación de los Tudescos (y del morisco Ricote), las fotos antiguas de la grandiosa fortaleza de Benavente (inequívocamente la Ínsula Barataria  según las catorce referencias contenidas en el Quijote), etc, etc

Hora es ya de empezar a considerar este Banco de Datos, vivo en su gran mayoría.

Un cordial saludo


César BRANDARIZ