Date: Sun, 30 Apr 2006 19:22:51
-0600
From: "K. Sliwa" <[log in to unmask]>
Subject: RE: Tres comentarios y una =?UNKNOWN?Q?opini=F3n=3A?=
Coloquio
Cervantes
Queridas amigas Alicia y Sofia, y queridos amigos Jose Luis, Juergen y
Roberto,
admiro y agradezco vuestra ejemplaridad y nobleza, en especial, duarnte
los ultimos discuros, y de muchos otros colegas. De alguna manera siento
la enorme necesidad de expresarlo en publico y espero que no se me
interprete incorrectamente, hago lo que me dicta el corazon, muchisimas
gracias por todo y reciben un muy fuerte abrazo, Chris.
From: "A. Robert Lauer" <[log in to unmask]>
Reply-To: "A. Robert Lauer" <[log in to unmask]>
To: [log in to unmask]
Subject: Tres comentarios y una opinión: Coloquio Cervantes
Date: Sun, 30 Apr 2006 15:53:01 -0500
Estimados colegas,
Acabo de recibir tres mensajes, los cuales mando al momento (favor de ver
abajo). No obstante, respecto al segundo, el cual recibí en inglés
y cuyo nombre, por cortesía, he eliminado, haré un breve
comentario.
El colega X, ha quien respeto y admiro mucho, se ha dado de baja.
La razón es que simplemente piensa que el Coloquio se ha alejado
demasiado de Cervantes y sus textos y se ha convertido en una lucha
dogmática y descortés, inútil y anticuada (sus palabras). Es
imposible no notarlo, como lo han notado los colegas más recientes a la
lista. A la vez, también recibo otros mensajes de vez en cuando
donde los colegas indican que están disfrutando enormemente del
coloquio. A veces ha habido pugnas que han sido resueltas por el
diálogo, de lo cual me he alegrado mucho, pues siempre he pensado que el
diálogo puede solucionar problemas de forma más duradera y eficaz que las
armas, que, por supuesto, pueden lograr victorias inmediatas aunque no
siempre duraderas, como ya todos sabemos.
Personalmente no he reaccionado demasiado hacia ese espíritu a veces
beligerante, simplemente porque a mí personalmente no me molesta (parece
que tampoco a Juergen, según indica en su mensaje de abajo). De
todo aprendo, y eso sí tiene importancia para mí, acaso por mis
preferencias por la Rezeptionaesthetik y antiguos estudios de
antropología cultural que me han enseñado a apreciar el mundo como es
(aunque no deje de cuestionarlo).
Creo que nuestra reacción personal a manifestaciones que en efecto son
intelectuales es cuestión de estilo cultural. Nací en el norte de
México (muy diferente [franco y directo] del sur [cortés y amable]) y me
eduqué en la parte céntrica norte de los EEUU (diferente de otras
regiones [más tolerante], como sería de esperar). De joven también
viví un tiempo en España (Castilla y después Andalucía). He
visitado 33 naciones en 4 continentes. Me han fascinado
todos. Me he fijado en detalles. Mi primer congreso académico
en Europa fue en Schwerte, en el Valle del Rhur y Sauerland. Fue mi
primer Coloquio Anglogermano sobre Calderón. Recuerdo mi emoción de
ver a gigantes de mi campo como a Hans Flasche (que había sido profesor
mío en la Universidad de Michigán), Charles Vincent Aubrun, John Varey,
Kurt y Roswitha Reichenberger, etc. Recuerdo esos primeros
cocteles, tan cordiales, esas magistrales conversaciones al aire libre
donde el Prof. Aubrun había cautivado a todos los otros dioses olímpicos
con el poder de su palabra. Recuerdo la apenas visible sonrisa de
John Varey, sonrisa apenas que me indicaba que estaba disfrutando de la
ambrosia de Aubrun como todos nosotros. Recuerdo un afectuoso
abrazo entre Aubrun y Flasche cuando se vieron por primera vez en el
congreso. Detalles. Recuerdo una medalla de una legión de
honor en la solapa de Aubrun. Recuerdo también la ponencia
plenaria, a cargo de Hans Flasche, y el silencio absoluto de atención de
parte nuestra. La caballerosidad me dejó estupefacto. Eso
terminó instantes después de que hubiera terminado su discurso el Prof.
Flasche.
Inmediatamente, Charles Vincent Aubrun se levantó y le dirigió la palabra
a Hans Flasche por unos 15 minutos. Recuerdo sus primeras palabras:
«El colega Flasche ha cometido siete errores: el primero, . . . ».
Y siguió, apasionadamente, indicando los siete errores (¿pecados
capitales?) de su amigo, el colega Flasche. Flasche, por su cuenta,
sacó su arma de guerra, un lápiz, y apuntó los siete errores indicados
por el colega Aubrun. Con su típica cortesía, después de que Aubrun
acabó su ataque académico, Flasche le dio las gracias al colega Aubrun
por sus minuciosas observaciones, las cuales tomaría en cuenta. El
colega Aubrun le mandó un amable saludo desde el auditorio.
Subsiguientemente, siguieron hablando y riéndose, como si nada hubiera
ocurrido, y me di cuenta de algo maravilloso y que al menos yo, en ese
momento, pensé que sería el estilo europeo: atacar a muerte las ideas del
colega, y después abrazarse y seguir siendo tan íntimos amigos como
antes. Nunca he olvidado esa experiencia, sobre todo porque la he
vuelto a ver en numerosos encuentros europeos, no sólo en Alemania sino
también en España, en el Reino Unido, en Italia, en Noruega, en
Holanda.
Estuve en la India por primera vez hace un año. Ahí, en la
Universidad de Delhi, al noroeste, quedé conmovido con la increíble
cortesía de los colegas, que para presentar una divergencia daban un
largo preámbulo (conté los minutos de algunos), lleno de cortesías y
sonrisas, antes de lanzar una penetrante pregunta o un comentario en
contra. Noté a la vez el largo preámbulo que precedía la respuesta,
ese agradecer al amable colega la cortesía de su pregunta, que en efecto
le permitía pensar más sobre el asunto antes de lanzar su puntiaguda
respuesta, y así sucesivamente hasta que terminaba el diálogo tan
afablemente como había empezado, y el público acaso más sabio por las
respuestas dadas. Yo quedé absolutamente fascinado.
Obviamente, me podría acostumbrar a este estilo instantáneamente.
Pero nunca se me ha olvidado el otro estilo tan directo que he visto en
más de una ocasión en diferentes partes de Europa.
En los EEUU siempre he oído quejas en congresos académicos de que no se
hacen preguntas penetrantes, en que hay acaso demasiada cortesía, en que
los colegas, precisamente por ser amigos, no se atreven ni siquiera a
hacer una pregunta al colega presentador al menos que se sepa que el
colega podría contestarla sin quedar mal ante nadie. En efecto, la
idea es de que el colega presentador ha explicado su posición en público
y al final se le da las gracias. Punto. En privado es cuando
el amigo o colega le hace la pregunta que quería hacerle, con mucha
cordialidad, en su afán de seguir adelante con el diálogo. Lo he
visto anualmente en los congresos de la MLA. Al terminar una sesión
hay un momento de silencio, sobre todo si las ponencias han sido
penetrantes y radicales en su exposición. El presidente de mesa
pregunta si hay preguntas. Silencio. El presidente de mesa
decide «espontáneamente» (en efecto ha escrito en un papelito estas
preguntas antes) hacer una pregunta algo inocente «para romper el hielo»
(to break the ice) [aún esta tan póetica explicación pareciera esconder
su verdadero propósito, que es, al menos como yo lo veo, hacer calentar
la sangre]. Uno de los ponentes contesta. Los otros entran en
confianza. El público entonces se anima y empieza a hacer las
preguntas penetrantes que intentaba hacer antes. Y cuando empieza a
animarse el asunto, el presidente de mesa se levanta de repente e indica
que siente terriblemente interrumpir el diálogo tan animado y fructífero
por razones de tiempo e insta siempre a los colegas a continuar la
conversación «en privado».
Son tres estilos: El primero, directo, dejando manantiales de
sangre por los suelos, pero al final de cuentas los soldados letrados se
levantan, se limpian las heridas, sonríen, y meten los tajantes sables en
su funda para volver a la amistad colegial anterior. El público respira
de nuevo o, en ocasión, decide abandonar el campo de batalla. El
segundo, indirecto, cortés, consistiendo de elegantes retiradas (desvíos)
y lanzamientos, como en una clase de esgrima, donde la epée, sin corcho,
penetra y sale inesperadamente, sin huella mayor de sangre, aunque la
estocada haya sido mortal. Los soldados se dan la mano después,
hasta el próximo encuentro.
El público aplaude. El tercero, encuentro bélico sin armas
visibles. Todo el mundo sabe que ha habido un encuentro, pero no se
ven las heridas. El público aprecia no haber visto sangre (sería
falta de decoro). Las heridas se notan o dan en privado, después
del teatro de operaciones, como con una inesperada daga: «te quería hacer
una pregunta . . . ». Los cuartos de servicios públicos
(restrooms en inglés [otro eufemismo] se prestan para estos inesperados y
privados encuentros; en otras circunstancias, estos resting places o
«lugares de descanso», al menos para los hombres, son santuarios del más
absoluto silencio y privacidad [lo opuesto, según tengo entendido, de los
servicios para damas, menos ajenos al diálogo de tipo
confesional]). De todo hay en la viña del Señor.
Para lo que valga.
Saludos cordiales de
ARL
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Date: Sun, 30 Apr 2006 11:21:58 -0300
From: Alicia Parodi <[log in to unmask]>
Subject:
Re: De Javier Espejo a Juergen Hahn: «es sólo crític
a literaria, pero me gusta» : Coloquio Cervantes
Estoy sorprendida con tanto enojo: a mí, la síntesis de Juergen me
pareció un excelente diagnóstico sobre la orientación de la crítica.He
ido a algunos congresos internacionales, y siempre me preguntaba por qué
los americanos eran tan Foucault. Aquí, en Buenos Aires, también hay un
Foucault de consumo, más una élite marxista (Lukacs, re-intepretado) y
Benjamin, que a veces me sirve, a veces me gusta bastante.
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Date: Sun, 30 Apr 2006 08:32:46 -0700 (PDT)
From:
Subject: Re: Fwd: RE: Fwd: Sorprendente
Hello, Robert, from far away and long ago. I appeciate your energetic
efforts to sponsor dialog about Cervantine matters. I find, however, that
the dialog is gone, for the most part, and the participants are
increasingly far from Cervantes and his texts and close to dogmatic, and
rude, exchanges that seem fruitless and . . . old fashioned. I know this
is not your desire and not your fault.
But please drop me from your e-mail list. Best wishes to you and for your
efforts.
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Date: Sun, 30 Apr 2006 09:45:53 -0700 (PDT)
From: Juergen Hahn <[log in to unmask]>
Subject: Marx, Ortega, y rock-and-roll
Colegas, calma, creo que Jesus y yo "lidiamos" con
armas suficientemente limpias, y si alguien se siente
"ferido" en el proceso, les pido que las guarden
igualmente limpias. Y Sra. Cedazo, gracias por su voz
autoritativa de "lo eterno femenino", tan
indispensable para nuestra civilizacion.
En cuanto a los temas:
1. El marxismo: Concedo libremente que, en cuanto
filosofia, y en su realizacion democratica de tipo
Willy Brandt o Jose Zapatero, es simpatico. Pero temo
que su infausta coneccion historica con el
leninismo-estalinismo totalitario, y los 100 millones
de muertos causados por el, lo haya tachado para
siempre.
2. Ortega y Gasset: Si, lo llamo "sano" por su fuerte
adhesion a los principios kantianos como base
indispensable de la civilizacion occidental. Despues
de Kant y Mozart la filosofia como la musica europeas
creo que empezaron su largo declive abajo. Hegel:
Metafisica imcomprensible, y dialectica simplista.
Schopenhauer: Puro cinismo auto-defensivo. Nietzsche:
Revelador, pero como base de civilizacion, insano.
Ademas, para siempre ligado con el fascismo. Lo mismo
Heidegger. Y Foucault y Derrida que pretenden
deshacerse de la categorias mas basicas de Kant, que
declaran que todos los hechos son facticios! En la
vida real, somo se llamaria a personas asi? O "ninos"
o "insanos". Y su logorrea dadaista, adredemente
oscura, suena a puro rock-and-roll psicotico. Como
contrasta con la claridad mozartiana de Ortega, cuyo
lema favorito siempre fue el de las "cabezas claras"!
Que piensan Uds., en cien annos, quien va a ser
legible todavia?
Bueno, eso es lo que creo. Combatenme si quieren. Pero
por favor, con armas limpias!
Juergen Hahn
CCSF
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