Clemencia especial saludo desde Colombia. Hemos tenido la oportunidad de
recibir en muchas ocasiones tus mensajes a través de nuestro correo
electrónico. Aprovechando este contacto te enviamos este artículo acerca de
la situación de la radio comunitaria en Bogotá y la Tutela que está
estudiando la Corte Constitucional para que puedan funcionar legalmente sin
que sean perseguidas. Ojala que los puedas reenviar a otras personas e
instituciones.

 Un abrazo: Carlos Acero Rincón

Presidente de la Asociación Distrital de Radios Comunitarias "Antena
Ciudadana".

Correo: [log in to unmask]



*LA RADIO COMUNITARIA EN BOGOTA (COLOMBIA) PIDE VIA LIBRE*

* *

*La posibilidad de que en Bogotá puedan funcionar emisoras comunitarias
quedó en manos de la Corte Constitucional. El Ministerio de Comunicaciones
de Colombia está reacio a considerar el tema.*

*Por Carlos Acero Rincón*

*Presidente de la Red Distrital de Radios Comunitarias "Antena Ciudadana"*

*Bogotá (Colombia)*



Ningún medio tan cercano a una comunidad y a su audiencia que una emisora
comunitaria, "el saludo para don Florentino que está en sintonía allá en el
barrio Ramajal" y "don Omar Castillo que le envía unos saluditos a su esposa
en el barrio Amapolas". Algo que no puede hacer la cadena Caracol con sus
100 mil vatios de potencia.  En las comunitarias caben desde el mensaje
social que crea lazos de convivencia entre vecinos hasta los asuntos
públicos locales: "ahora vamos en directo desde el salón comunal de La
Gaitana donde la Alcaldesa Local está realizando una audiencia pública para
contarle a la comunidad como se están ejecutando los recursos de la
localidad".

Propiciar la cercanía con sus oyentes, permitir la expresión de la comunidad
y hacer públicos asuntos que no son relevantes para los grandes medios ha
sido una tarea fundamental de la radio comunitaria en la ciudad. Sobre todo
en las condiciones en que lo han hecho durante todos estos años: perseguidos
por el Ministerio de Comunicaciones por no tener licencia.

Desde hace más de diez años los promotores de estas experiencias le están
pidiendo al gobierno que otorgue licencias para que puedan funcionar
legalmente emisoras comunitarias en Bogotá, pero la respuesta ha sido la
misma: *"la prioridad son los municipios, tienen que esperar, es posible en
la próxima convocatoria",* en efecto, el año pasado se hizo una nueva
convocatoria para radios comunitarias y volvieron a dejar por fuera a la
ciudad.  No valieron cartas con centenares de firmas, ni peticiones
respetuosas de la comunidad. La Ministra de Comunicaciones dice que este
tema no tiene discusión.

Entonces no hubo más remedio que acudir a una tutela invocando el derecho a
la comunicación y a la participación ciudadana. La tutela fue negada
inicialmente por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca y el Consejo de
Estado. Ahora el asunto va a ser estudiado por la Corte Constitucional, la
cual tendrá finalmente la decisión.

Más allá de tema de las licencias para el funcionamiento de emisoras
comunitarias en Bogotá la discusión se tiene que centrar sobre la
democratización de los medios de comunicación. No es posible que en este
país, con una diversidad cultural tan rica y un sinnúmero de conflictos por
resolver,  exista solamente un diario de circulación nacional que es El
Tiempo y la única opinión que se pueda escuchar a través de la radio y la
televisión sea la de Caracol y RCN, que no constituyen otra cosa que los
puntos de vista y los intereses de los dos grandes grupos económicos del
país. Y el resto de los ciudadanos. ¿Dónde está la opinión del resto de los
colombianos?

Permitir y propiciar la creación de emisoras comunitarias y todo tipo de
medios locales es ni más ni menos que fortalecer la democracia local y el
control social, facilitar el acceso igualitario de los ciudadanos y
ciudadanas a la discusión y acercamiento sobre los asuntos públicos, pero
sobre todo, hacer participe a una comunidad del entorno social que lo rodea
partiendo de un referente cercano, asunto que es de vital importancia para
generar sentido de pertenencia y apropiación por el territorio. Una Nación
cuyos habitantes no quieran su entorno, lo desconozcan o no se apropien de
él es imposible que se pueda desarrollar y en ese aspecto juega un papel
fundamental las radios comunitarias.

La decisión sobre este asunto queda ahora en manos de la Corte
Constitucional.

*Nota al margen: En Colombia y particularmente en 14 ciudades capitales,
comenzando por Bogotá que es la capital del país, por decisión expresa del
Ministerio de Comunicaciones no pueden funcionar emisoras comunitarias. Las
emisoras comunitarias que existen en estas ciudades han sido perseguidas por
el gobierno y sus equipos decomisados. Aún así se mantienen en pie como un
símbolo de resistencia ante el monopolio de los grandes medios*.

Nos gustaría recibir mensajes de apoyo o comentarios acerca de esta
iniciativa de permitir la existencia de radios comunitarias en Bogotá
o*comentario al correo
*

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*Esta fue toda la información entregada por el remitente.
[log in to unmask]   es sÓlo la traductora de este documento.*