Date: Tue, 02 May 2006 02:42:16 +0200
From: Luis Miguel Vicente <[log in to unmask]>
Subject: RE: Defensa del racionalismo, de Sofía Cedazo Espinosa: Coloquio Cervantes


-Despierta, Cipión hermano, porque o yo ando alucinado o no creerás lo que voy a contarte, pues esos mismos pensamientos que entre los dos cruzamos esta mañana en la intimidad de nuestra siesta, fueron luego de inmediato trasmitidos al bajel de los críticos que van al Parnaso, por un poderoso artefacto de nuestra encantadora, infinitamente más rápido y sofisticado que Clavileño, al que llaman Internet. Y como es nuevo para nosotros esto del don del habla, no sabré decirte bien lo que del bajel he escuchado a través de esa máquina, porque todavía con la palabra no me han concedido el don de la música. Sólo sé que se hablaba de disonancias, de una soprano de mi familia, y que quien yo te había dicho que me parecía la capitana de la nave estaba aureolada como Auristela de belleza y de conocimiento y hasta yo movía la cola para recibir una de sus aristocráticas caricias pero ya no me oía o no quería saber más de mis asperezas. Entre el estruendo de las olas musicales pude escuchar que salía de su X su inquilino y me decía con sus mejores galas no sé qué de fallidos gatillazos. Pero si los gatos esos han servido para regresarle del adiós con que ya le había despedido oficialmente la señora capitana, benditos gatillos dignos de Marramiaumiau.

-Calma, amigo Berganza, que te veo camino de la adicción como a la bruja Cañizares, sustituyendo sus unturas por la salsa de los foros en memoria de nuestro padre, y más vale que de esa nuestra tía hechicera te hubieras quedado con el vame mejor con ser hipócrita en vez de con la colérica costumbre de nuestro tío Alonso, que por desfacer entuertos recibía más palos que una estera. Pues no ves cómo ninguno de los supuestos caballeros en litigio necesitaba tus ladridos de amparo, que has quedado tú como el sucio y el maleducado y sólo la virtualidad te ha salvado de los palos.

-Nunca te agradeceré bastante que me alivies este que sin ti sería dolor sin testigos. Creo hermano que me voy desengañando de este don del habla que tanto precian los humanos. Y puedo ahora entender lo que decía un viejo amigo en una de sus reencarnaciones: que los hombres se revuelcan en las palabras como los elefantes en el barro. Yo no sabía, antes de hablar, que las palabras te llevan como una copia etérica, de manera que aunque los palos no te los den en tus huesos, se sienten con la sensibilidad del ego y por hechizo de las palabras, como si allí mismo te estuvieran despellejando. Es una enferemedad que los humanos temen y buscan y que dicen murmuración de la que nacen muchos males, algo desconocido entre nosotros los canes, que verdaderamente estábamos en la edad de oro a cambio sólo de no tener amos crueles, sin los peligros de este maldito don.

-Sosiega Berganza tus emociones que ya oyes a los críticos decir que si quieres ser de los suyos necesitas que no te tiemble el pulso con el bisturí. Aunque no sé si sin el temblor y sin el alma portuguesa que decía un amigo de nuestro padre, puede por lo menos escribirse poesía dulce. No sé hermano qué hagas en un bajel de críticos si como creo conocerte más eres poeta y raro que cirujano. Y duerme y sosiega que todo está en la intención, y basta por hoy.

-Escucha Cipión, oigo algo nuevo: la Señora sin Acritud, que menos mal que no la tiene, dice que soy hijo de Avellaneda y que no murmurará nada, que menos mal que no murmura, aunque algo la he escuchao ya antes, llamarme no se qué de hombrón y militar, ya ves tú a mí que soy perro, y así sin conocerme de nada y sin que hubiera yo cruzado palabra con ella, se me arrojó por la ventana del artefacto de nuestra encantadora, para pedirme cuentas y prácticamente echarme del foro académico, que por eso me pareció capitana quien con tanta autoridad era dueña de las definiciones y de los criterios de lo que es un foro académico, mándandome a mí a la plaza de toros y quedándose ella dueña y señora de la Racionalidad; de la que yo sólo he dicho que no conviene apropiársela ni matarse por crear escuela. Que claro que la razón está y vibra sobre todo lo que existe, como el amor, pero que nos dejen a cada cual a la anchura de nuestro entendimiento porque nada como la experiencia personal, que las verdades repetidas no son verdades y, en fin...

-Bien dices hermano, cuando el entendimiento se convierte en discurso es mejor enmudecer. La que por la mañana amanecía Auristela por la noche ha vuelto a ser la que en principio percibiste con perruna intuición: alguien sediento de pontificar y de herejes a los que fustigar, y tú por perro eres claro hereje de la racionalidad que ella entiende. Ella que despide a los que se van, bendice a los que la siguen, anatemiza, sin acritud, a los que la responden... en fin ella, lo opuesto a lo hombruno, la hombruna, que puede engatusar a los hombres pero no a los perros que olemos las intenciones y sentimos antes el tono que el artificio. Ahora que no nos oyen te recordaré que en nuesto pueblo lo de esa señora lo nombran tirarse el pedo más alto que el culo.

-Calla hermano, que mientras estemos bajo encantamiento todo puede oírse y alguna Cenotia puede vengarse y alargar nuestra vida de perros, que ya no sé si es mejor o peor que la huamana condición. Durmamos que ya te he dicho que sarna con gusto no pica y que en tus patas está el dejar de oír y decir sandeces.

Y porque dice esa señora que no responderá a las alusiones al tiempo que las desmenuza, interpreta y las contesta con munición hombruna, hice este esfuerzo madrugador para decir que no comulgo ni comulgaré con ruedas de molino. Vale.

 

Berganza Apócrifo