Date: Tue, 29 May 2007 02:18:41 -0600
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Subject: Nota de Héctor Santiesteban: Coloquio Cervantes
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Yo no sé si se ha dado cuenta la profesora Carrión de lo que se deja entrever
en algunas de sus afirmaciones. Ya el profesor Arellano rescató una de esas
perlas cuando recuerda lo que la profesora señala: "Creo que con su silencio
la Prof. Vollendorf simplemente le expresó de manera elegante y cortés al
senado su descrédito ante la pregunta del Prof. Hahn". Sería cortés el
silencio sólo si se pensara que en realidad el prof. Hahn merecería una severa
reconvención o acaso una imprecación. Máxime tratándose de un congreso
cervantista en donde alguien menos cortés y elegante podría haberle roto una
lanza en las costillas o directamente mantearlo, para no recurrir a galeotes o
piaras pisoteadoras.

Pero no es la única. Ya cuando señala que  “Hay mujeres tremendamente
masculinistas y hombres deliciosamente feministas” le está dando un valor
positivo a la visión de la mujer y censura la del hombre.

Hemos dejado pasar, acaso como concediendo, acaso por costumbre de haberlas
oído muchas veces, frases no menos interesantes:
“Femenino, masculino, feminidad, femeneidad (sí, hay dos, pues a la mujer no
se la podía controlar sólo con el discurso médico o sólo con el discurso
legal, así que se parieron dos palabras),” o “Esto, que no es capricho, sino
práctica crítica, se hace con el fin político y cultural de recuperar a la
mujer de esa patética fábula de que ella es mera
 costilla, ayudante o sirvienta de Adán,”

Normalmente los hombres conceden por cortesía, y creo ver esa cortesía en la
intención de Robert Lauer en el sentido de incluir a Nietzsche como feminista,
con lo que no estoy de acuerdo, pero encuentro allí sí una búsqueda del
argumento del otro, un tratar de ponerse en el lugar del otro, una actitud muy
diferente de un mutis cortés de descrédito.

Yo si se me permite, veo el mundo de manera muy diferente.
Creo que hay agravios comparativos que nunca han sido denunciados con fuerza,
como el hecho de que los hombres tuvieran que hacer un servicio militar
obligatorio y las mujeres no. O el hecho de que en la mayoría de los divorcios
el hombre sea quien suele perder gran parte del patrimonio, del sueldo y hasta
los hijos. Y para mayor INRI, no siempre son sus hijos.
En nuestro ámbito académico, ninguna mujer gana menos por ser mujer. No
obstante, en mi entorno, veo muchas mujeres que viven ostentosamente sin haber
trabajado nunca.
Debemos denunciar las conductas impropias o injustas de los dos sexos y no
buscar la primacía de uno u otro.

Con lo anterior quiero expresar el poco crédito que me inspiran los mal
llamados estudios de género, puesto que parten frecuentemente de una premisa
de victimización sesgada; no obstante, han ido ganando canonjías oficiales y
hasta universitarias. Tampoco creo que dé para mucho verlo todo desde ese
ángulo.

Lo que no resta para afirmar y suscribir la defensa que hace el Quijote de la
pastora Marcela y con ella de todas las mujeres; me parece de una modernidad y
una justicia encomiables.
También recuerdo las diatribas contra algunas injusticias de índole sexual que
hábilmente denuncia Sor Juana. Eso sin restarle cierta razón a las invectivas
en sentido opuesto que lanza Quevedo.

Vale

Héctor Santiesteban

Dr. Héctor Santiesteban Oliva
Departamento de Humanidades
A.I.C.S.H.
U . A . B . C . S .
Carretera al Sur, km 5.5
Apdo. Postal 19-b, 23080
La Paz, B. C. S., MÉXICO
tel. y fax: 01(612) 12-80-800
e-mail: [log in to unmask]

Date: Tue, 22 May 2007 10:20:41 -0400
From: "María M. Carrión"
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Subject: Re: Nota de ARL > Estudios culturales,
un comentario > Coloquio Cervantes

Querido Robert:

Gracias por publicar tus meditaciones sobre este
tema.  Quería responder con unos cuantos puntos
que creo pueden ser útiles para pensar un poco
más sobre esto y llevar el diálogo a otro nivel.

* La pregunta sobre una lectura sexuada o
gendered reading se centra en algo distinto a
la pregunta sobre una escritura sexuada o
gendered writing (entre la que se puede contar
la écriture femenine sobre la que hablan alguna
de las críticas francesas citadas).  Se pueden
hacer lecturas sexuadas sobre textos de
Cervantes sin abogar por una escritura sexuada
por parte del escritor manco.  Lo que sí hay
que puntualizar es que colapsar los dos niveles
es carecer del rigor y la precisión científicas
invocadas por el Prof. Juergen Hahn.  La
bibliografía sobre este tema es vasta; para
empezar, hay que conocer bien las propuestas de
Sandra Gilbert y Susan Gubar, Adrienne Rich,
Elaine Showalter, Kate Millet, Anette Kolodny,
Nancy Chodorow, Jessica Benjamin, Kaja
Silverman, Jacqueline Rose, Barbara Johnson,
Shoshana Felman, Nancy Miller, Teresa de
Lauretis, Marta Lamas, Judith Butler, Mark
Jordan, Diane Fuss, José Quiroga, Licia
Fiol-Matta, Judith Halberstam, José Esteban
Muñoz, Virginia Woolf y Charlotte Perkins
Gilman, entre otros muchos, además de las
mentadas Irigaray, Kristeva y Cixous.  Nunca es
tarde si la dicha es buena, y entender los
géneros sexuales, sus escrituras y lecturas, y
sus relaciones, al menos hasta que pasen veinte
siglos más y nos aclaremos un poco, sí es cosa
buena.
* “Lectura sexuada” y “escritura sexuada”
suenan raras, claro está (como raro suena que
se traduzca queer por raro, pero que no
decaiga), porque toda esta nomenclatura se ha
filtrado de unos estudios desarrollados sobre
todo en inglés y en francés, como muchas otras
teorías.  Pero hay mucho de interesante, y hay
mucho rigor académico que se está vertidendo
sobre lo raro (y con Johnny Depp como el queer,
raro y archi-inestable Captain Jack Sparrow en
los Pirates of the Caribbean, también sobre lo
inestable).  Así que no hay que descartar
expresiones porque parezcan raras, o a héroes
épicos, líricos, dramáticos o whatever porque
sean raros o inestables.  El que uncanny,
gestalt, bildungsroman, bricoleur y otros
téminos no encuentren una palabra precisa en
castellano no significa que los estudios de
estética, géneros literarios, antropología,
Modernismo y otros no tengan salida o que carezcan
de precisión y rigor.
* Estas expresiones, cierto, no existían con
este nombre y apellido en la época de
Cervantes.  Pero leer a Cervantes únicamente
con sus mismas palabras es querer ser Cervantes
mismo.  Y como bien lo plantó Borges, esto sólo
puede convertirnos en el pobre Pierre Menard,
perdido en las ruinas circulares de su limitado
toolbox de lectura, cuyo destino era agotar al
propio Cervantes, no abrirlo a la
posteridad.  Si hablar de bildungsroman en
Cervantes no es problemático, ¿por qué lo es
hablar de gender en sus textos?
* En el caso de los Estudios de Género
Sexual o Gender Studies o, como se han empezado
a llamar, Estudios de la Sexualidad o Sexuality
Studies (cuya deuda con la lucha política y
cultural de los estudios de la mujer o Women’s
Studies es monumental), se puede hablar de un
hombre, una mujer, o de hombres solamente o de
mujeres solamente.  La Prof. Lisa Vollendorf
habló sobre las mujeres en el Quijote más bien
desde un ángulo de Women’s Studies, el cual
ella conoce muy bien y ha cultivado por muchos
años con gran productividad.  Ahora bien, su
charla, como las de las Profesoras Sherry
Velasco, Mercedes Alcalá Galán y otros que
estuvimos en Pomona, tomaban en cuenta las
relaciones de estas mujeres con institutciones
de poder (la lengua, el derecho, la economía,
el matrimonio, etc.) y, como tal, ella sí
hablaba de género, no sólo de mujeres.  Creo
que con su silencio la Prof. Vollendorf
simplemente le expresó de manera elegante y
cortés al senado su descrédito ante la pregunta
del Prof. Hahn.  Yo yo creo que fuimos muchos
los que nos quedamos speechless, porque era
como pedirle a alguien que le explicara la
diferencia entre metáfora y alegoría para
entender el discurso novelístico de
Cervantes.  Pero no pongo palabras en boca de
nadie, sólo digo que así lo interpreté yo en
ese momento.  Tienes razón, Robert, que cuando
se habla de mujeres se habla también de
hombres, pues somos animales políticos.  Pero a
veces, como pasó en Pomona, se menciona en una
charla sólo a una mujer, o a las mujeres, para
hacer una lectura sexuada o hablar de una
escritura sexuada.  Esto, que no es capricho,
sino práctica crítica, se hace con el fin
político y cultural de recuperar a la mujer de
esa patética fábula de que ella es mera
costilla, ayudante o sirvienta de Adán, o como
la llamara el gran humanista Alberti en su
Economicus, un pedazo de roba o cosa que tanto
irrita (porque los interpela) a sujetos e
instituciones masculinistas cuando sale a pasear
en espacios públicos.
* El llamar a Dorotea transexual es proponer
una lectura sexuada, y si se reclama ésta como
la única lectura posible, se la encierra, y con
ella, a Cervantes, en un ghetto.  En aras de un
debate “científico” sugiero que no se la encaje
ni en un cubículo ni en otro; y a propósito del
término “científico”, tan vetado en la época
cervantina, me sonrío, con Donna Haraway,
porque éste puede ser tamaña caja lapidaria,
féretro de tantos sujetos como nosotos,
cajistas críticos en plena faena
interpretativa.  La persona de Dorotea como
ella/él se traviste y luego se descubre, tras
haberla descubierto su pie como le pasara a
Ulises en los textos tanto de Homero como de
Auerbach.  En una lectura masculinista Dorotea,
mujer de siete pares de suelas a pesar de tener
su pie desnudo, es mera estatua nívea que no se
mueve, no piensa y no diseña su metaficción,
sino que meramente le sirve a aquellos que
quieren verla reducida a una esencia mujeril
estática e inmóvil.  Ante esta reducción a una
sustancia que la enajena a ella, como enajena a
otras muchas mujeres y hombres dentro y fuera
de los textos de Cervantes, se alza la elástica
escena de su pelo liberándose de la prisión
sombreril, digna de una Cameron Diaz en
Charlie’s Angels; o un pie fermosamente
barbado, como el de una hobbit, quién sabe.  Un
pie es un pie; pero como dijo Foucault, cuando
se finge en el arte, esa pipa de Magrite “c’est
ne pas un pipe.”  El gesto de sacudir su melena
(bellísimamente autoreferencial, y paródico
tanto del masculinismo como del feminismo) la
representa como una mujer varonil más allá de
las convenciones dramáticas del momento, pero
con una bizarría que ha seducido a millones de
hombres y mujeres con distintas ideas de lo que
constituye un momento erótico, político y
cultural.  Esa lectura, que se centra en la
mujer, toma en cuenta la bizarría, código de la
época para representar una participación de
mujeres y hombres en la masculinidad.
* Sí hay escritura masculinista, así como
hay sujetos e instituciones
masculinistas.  Sobre este tema tan urgente se
puede empezar por el delicioso ensayo de la
Prof. Emilia Navarro sobre “Manual Control” en la
revista Cervantes.
* Por último, concuerdo con tu punto de que
el que una mujer lea no la hace feminista, y el
que un hombre lea no lo hace masculinista.  Hay
mujeres tremendamente masculinistas y hombres
deliciosamente feministas.  Mujer y hombre son
categorías consideradas “naturales” desde hace
siglos, pero tanto hoy como en la época de
Cervantes y en todas las épocas de la historia
hay y continúa habiendo excepciones a las
taxonomías.  De hecho, cada ser humano es una
excepción a las taxonomías, y de ahí la
sinfonía de cuerpos, tallas, orientaciones,
géneros y demás que tanto irritan a sujetos e
instituciones represores y/o
reprimidos.  Femenino, masculino, feminidad,
femeneidad (sí, hay dos, pues a la mujer no se
la podía controlar sólo con el discurso médico
o sólo con el discurso legal, así que se
parieron dos palabras), y demás constructos
sociales, culturales, políticos, litearios,
etc. responden al malestar de una cultura
binarista donde la gran humanidad no cabe (y
aquí sí vienen a cuento el universalismo y el
humanismo, pero no tanto con Alberti avant la
lettre).  Si no, véase cómo hoy las
instituciones taxonómicas (censos, solicitudes
de trabajo, admisión escolar, etc.) se las
están viendo apretadas, pues las dos cajitas de
“hombre” y “mujer” (male/female) que se ponían
antaño se están dejando en blanco por muchos,
ya que no se identifican con ninguna de ellas,
fenómeno que se observa también para con los
signos (o cajitas) raciales.
Espero esto aclare algo sobre el
asunto.  Gracias por darme la oportunidad de
hablar.

Salve, Marimer.

Prof. María M. Carrión
Director of Graduate Studies
Department of Spanish and Portuguese
515S Callaway Center
Emory University
Atlanta, GA 30322
Phone (404) 727-2297
Fax (404) 727-4072


Prof. A. Robert Lauer
The University of Oklahoma
Dept. of Modern Langs.,  Lits., & Ling.
780 Van Vleet Oval, Kaufman Hall, Room 206
Norman, Oklahoma 73019-2032, USA
Tel.: 405-325-5845 (office); 405/325-6181 (OU dept.); Fax: 1-866-602-2679 (private)
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