Esta emisora, que tiene una cobertura de transmisión no mayor a tres kilómetros, desarrolla un importante trabajo para abrir espacios a las opiniones, problemas y vivencias de los pobladores de su zona desde "una visión critica, con alto contenido social, cultural y por supuesto educativo”.

 

En su declaración llaman a la solidaridad para “no permitir este tipo de atropellos contra nuestras iniciativas, contra nuestro trabajo y sobre todo con nuestra labor como medios alternativos”.

 

AMARC-ALC expresa su solidaridad con la emisora y manifiesta su gran preocupación al gobierno de Chile porque no se trata del primer hecho de estas características que ha ocurrido en los últimos meses contra emisoras comunitarias y alternativas (ver alerta sobre Radio 1° de Mayo en http://legislaciones.item.org.uy/index?q=node/621).