Estimados colegas, Quisiera agradecerles por haber abierto el debate otra vez en el Coloquio Cervantino. Por supuesto que evitar los ataques ad hominem debe ser la regla básica (y quizás la única) con que regir el foro. No obstante, les pido el favor de no eliminar del debate las voces que expresan opiniones y comentarios contrarios a las posturas mayoritarias. Ya que no estaba presente en las conferencias del MLA a las que nuestro colega Juergen Hahn hace referencia, no puedo comentar sobre sus juicios harto duros pero sí enérgicos (la verdad es que, después de refugiarme de las guerras culturales de los EEUU en el país a su norte, no tengo ganas de volver al MLA). Sospecho que no compartaría su perspectiva, pero sí me ha alentado su espíritu de debate. Nosotros que pasamos tanto tiempo dentro de las universidades luchando por proteger y defender los campos de las letras y las humanidades, necesitamos recordar de vez en cuando que nuestro campo no es estéril ni muerto. Por lo que parece la enésima vez en mi carrera de unos 15 años, estoy dictándoles cartas a los administradores de mi universidad para pedir que no corten programas que apoyan la investigación en las humanidades. Por un lado, el furor intelectual que se levanta en el coloquio cervantino a veces me parece un lujo accesible solamente a los que ya no están en las trincheras de una batalla mucho más grande--una batalla contra una estrategia de disminución gradual pero constante de nuestro personal y fondos. Por otro lado, tal vez de ese mismo furor se pueda sacar la fuerza y las armas con que enfrentarnos con una realidad mucho más temible que un mero conflicto entre colegas. Estimados cervantistas, ¿cómo podemos todos conservar y reforzar los estudios literarios y culturales en la universidad de siglo XXI? Un saludo cordial, Rachel Schmidt University of Calgary Calgary, Alberta Canada