AMARC-México rechaza
afirmaciones de la CIRT
México, D. F. 7 de diciembre.- AMARC-México rechaza el contenido del
desplegado aparecido el día de hoy en diarios de circulación nacional
patrocinado por la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT)
mediante el cual acusa al Senado Carlos Sotelo de “pretender legislar los
designios del chavismo en México” debido a la intención de reconocer a los
medios comunitarios a través de un predictamen de ley.
Tales aseveraciones demuestran un desconocimiento respecto del sector
comunitario y del ejercicio de la libertad de expresión por parte de los
empresarios de la radio y la televisión lo cual resulta sumamente preocupante.
La radio y televisión comunitaria tienen una trascendencia social debido
a que posibilitan el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y son
actores fundamentales para el desarrollo comunitario. Esto ha sido reconocido
por los países más democráticos desde hace más de cincuenta años que no sólo han
plasmando este tipo de medios y sus características en sus más altos
ordenamientos legales, sino mediante políticas públicas decididas encaminadas al
desarrollo de la radio y televisión comunitaria, tal como sucede en Francia,
Canadá, Inglaterra, entre otros, como parte de la pluralidad y diversidad
mediática necesaria en cualquier democracia. La labor insustituible de estas
emisoras ha sido reconocida y apoyada por organismos internacionales tales como
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo Humano (PNUD) y el Banco
Mundial.
Cabe recordar que en México 13 radios comunitarias llevan operando con
permiso en el país con pleno apego a la legalidad y a los intereses comunitarios
y sociales, algunas de ellas merecedoras de Premios Nacionales de Periodismo por
su trabajo informativo orientado al servicio de la sociedad. Al mismo tiempo
recordamos que en sus más recientes visitas académicas de los Relatores de
Libertad de Expresión de la CIDH y la ONU han expresado la necesidad de dar un
marco normativo equitativo a los medios comunitarios y que el gobierno deje de
acosarlas y perseguirlas mediante argucias
judiciales.
Lo simplista y
burdo de las afirmaciones hechas por parte de la CIRT hacen suponer que este
desplegado fue emitido a fin de montar una cortina de humo que dificulte la
discusión pública sobre los asuntos de fondo respecto de las reformas necesarias
a las leyes que regulan la radio, televisión y telecomunicaciones.