El pasado 8 de enero nos dejó Isaías Lerner.
Una gran pérdida para el cervantismo, sin duda. Una gran pérdida para todos los que tuvimos la suerte y el honor de conocerle y de disfrutar de su sabiduría, de su afecto y su simpatía.
Siempre nos quedará su obra, su gran obra. Y tanto, pero tantos recuerdos.