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Coloquio Cervantes

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From:
"A. Robert Lauer" <[log in to unmask]>
Reply To:
A. Robert Lauer
Date:
Mon, 17 Apr 2006 17:52:22 -0500
Content-Type:
multipart/mixed
Parts/Attachments:

>Date: Mon, 17 Apr 2006 16:15:21 -0600
>From: "K. Sliwa" <[log in to unmask]>
>Subject: Como ensenar las obras de Cervantes
>X-Originating-IP: [63.232.115.106]
>X-Sender: [log in to unmask]
>To: [log in to unmask]
>
>Querido amigo Roberto,
>
>Te pido enviarlo al Coloquio Cervantes, muchisimas gracias por todo y 
>recibe un muy fuerte abrazo de Chris.


“La verdad moral es la estrella sin la que el alma humana no es más que noche.”

To teach or not to teach,
to educate or not to educate?

“Los hombres que siempre dicen la verdad son los que más se asemejan a Dios.”


Queridas/os amigas/os,

Después de haber leído sus trabajos, haber enfrentado muchos obstáculos por 
la defensa de la verdad en las aulas universitarias, pues “donde está la 
verdad está Dios,” así como haber notado con mucha preocupación el 
resultado de la masiva producción de la “inteligencia” del Siglo pasado y 
venidero, me sigo preguntando cómo se enseñan las obras de Miguel de 
Cervantes Saavedra a la futura generación y cuáles son sus resultados.
Tomemos en consideración, a título de ejemplo, la enseñanza del 
patriotismo, “es dulce el amor a la patria,” a través de las obras de 
Cervantes. ¿Se habla de este tema tan esencial en sus aulas? ¿Cuál es el 
resultado de ello? ¿Qué ejemplos utilizan para generar los patriotas? ¿Qué 
hubiera pensado Cervantes sobre sus presentaciones en cuanto al asunto? ¿Es 
necesario crear a los patriotas o mejor seguir confundiendo con muchas 
filosofías e ideologías ya tantas veces mencionadas por algunos sin ningún 
fruto?, pues “Dios hizo sencillo al hombre, pero él se complicó con tantos 
razonamientos.” Aunque me enseñaron que “la primera virtud, es la devoción 
a la patria,” dudo haberlo visto en las aulas universitarias y en la 
mayoría de los trabajos críticos; al contrario, asusta muchas veces la 
manera de presentar al amor por la patria.
Regresando al concepto de patriotismo, desde el tiempo de Cervantes ya 
había cambiado muchísimo el punto de vista según las circunstancias del 
agrego social, y si tomo en cuenta las palabras de mi querido amigo Roberto 
Lauer, quien escribe, cito: “al escribir estas últimas palabras me doy 
cuenta a la vez de las manifestaciones que ocurrieron ayer en varias 
ciudades de EEUU en contra de las leyes nuevas de inmigración que 
transforman a los 12 millones de inmigrantes ilegales de este país en 
criminales culpables de delito mayor,” no me maravilla en absoluto que 
muchos de mis amigos después de haber dedicado casi toda su vida a este 
gran país hayan decidido regresar a su tierra, ya que “la sabiduría ilumina 
el rostro del hombre, y transfigura sus facciones severas.”¿Por qué no se 
incorporaron a esta cultura?
Creo que todos debemos reconocer que el patriotismo no es lo único, y que 
no debemos odiar a nadie. Y no lo digo solamente porque tuve mucha suerte 
de ser inmigrante en cinco países, tener experiencias muy duras, poco 
valoradas y muy despreciadas. Por si alguno lo duda, sugiero experimentar 
al menos los 10 años del exilio de Cervantes, cinco como soldado y los 
otros en la cárcel de Argel. Me pregunto si un cervantista está obligado o 
debería ser obligado a comportarse como un hombre cabal o es sencillamente 
una palabra “cervantista” la que le identifica con una organización, cuyo 
nombre no siempre aprecia.
Es una estupefacción que todavía en el Siglo XXI haya, quienes no se dan 
cuenta de que el valor de una nación no es otra cosa que el valor de los 
individuos que la componen y, por ejemplo, que todos los que viven en EEUU 
están relacionados con esta gran tierra, labrándola, trabajándola con sus 
manos y engendrando el sentimiento de patriotismo. A todos los opuestos a 
mi punto de vista, recomiendo volver a leer con más cuidado las obras de 
Cervantes enfocándose en lo que pensaba el genio sobre los extranjeros o la 
economía del país y quien la levantaba durante la guerra de Lepanto o la 
salida de la Gran Armada contra Inglaterra.
Ahora bien, cómo reflexionan ustedes sobre el camino por el que va nuestra 
vida: enseñanza, educación, estudiantes, familia y amigos, a título de 
ejemplo, que son la constante indispensable para medir nuestro patriotismo. 
¿Cuántas veces pensamos, rara vez o nunca, en nuestro actuar como 
ciudadanos al llamar a los inmigrantes “criminales.”? Y si ya estamos con 
los criminales de veras, por qué no los investigan, por ejemplo, en las 
cárceles, cuántos de ellos son los nacidos en este país y cuántos son los 
extranjeros. El resultado es asombroso y antes de criticar, porque uno 
llegó más temprano que otro, sugiero investigar la contribución de los 
inmigrantes a su patria. Aparte de ello, según la Sagrada Escritura todos 
hemos sido inmigrantes.
¿Y cómo enseña y educa Cervantes sobre el valor que procura cultivar el 
respeto y amor que debemos a la patria, mediante nuestro trabajo honesto y 
la contribución personal al bienestar común. Cervantes nos instruye 
ejemplarmente lo que significa haber nacido en un país y la responsabilidad 
que se desprende de este hecho. Al tomar en cuenta estos acontecimientos, 
me pregunto, ¿cuánto hemos fallado al enseñar y educar a la joven 
generación y por qué? Si todos siguen siendo los máximos expertos en la 
filosofía e ideología, cómo es posible que no se respete los fundamentos 
principales de la nación. ¿Por qué los hipócritas ignoran, como decía 
Cervantes, que la verdad es la condición fundamental de la virtud?
Siempre pensaba que al enseñar a Cervantes, era un gran honor y privilegio, 
y revelar su espíritu de la verdad, así como el de la libertad, los dos 
pilares fundamentales en la vida humana. Obviamente, me equivoco, pues 
continúo confrontando a la gente que no le importa ni un pito el 
patriotismo y de esta manera sigo disfrutando de muchos palos en nombre de 
la verdad y del amor por la nación donde vivo, y por las donde viví en el 
pasado, pues cada una ha contribuido un poco a mi crecer, y seguramente no 
soy el único, de lo que sé.
Cervantes enseña y me confirma que el ser patriota consiste en el orgullo 
de haber nacido en un país; ¿pero pueden ser los inmigrantes patriotas? Por 
ejemplo, ¿quiénes son los 60 mil extranjeros que en el momento sirven como 
soldados estadounidenses en Irak y Afganistán, ¿“criminales”?, porque 
todavía no recibieron la ciudadanía de este país. ¿Qué nos hubiera dicho 
Cervantes sobre este comportamiento? ¿Lo encuentran en sus obras y documentos?
De nuevo, sorprende cómo se ve la vida de Cervantes en la actualidad cuando 
uno toma en cuenta que el autor de las “Novelas ejemplares,” había servido 
bajo las banderas italianas y del Papa San Pío V (15661572, Michele 
Ghislieri, 15041572). Entonces, qué dirían ahora algunos, que Cervantes no 
era patriota porque al vivir en Italia la vida soldadesca derramaba sangre 
bajo las banderas italianas y no españolas. En el «Prólogo» de la Segunda 
Parte del Quijote aseveró que “si mis heridas no resplandecen en los ojos 
de quien las mira, son estimadas, a lo menos, en la estimación de los que 
saben dónde se cobraron; que el soldado más bien parece muerto en la 
batalla que libre en la fuga; y es esto en mí de manera, que si ahora me 
propusieran y facilitaran un imposible, quisiera antes haberme hallado en 
aquella facción prodigiosa que sano ahora de mis heridas sin haberme 
hallado en ella. Las que el soldado muestra en el rostro y en los pechos 
estrellas son que guían a los demás al cielo de la honra” En mi humilde 
opinión no solamente era patriota de España, sino de Europa, y por fin el 
patriota de la humanidad.
Según la documentación y las obras cervantinas el autor del “Quijote” era 
orgulloso de haber tomado parte en la batalla de Lepanto que no solamente 
fue la batalla de España, sino de todo el mundo cristiano. ¿No es éste el 
ejemplo digno de seguir, meditar y agradecer? ¿No es éste el ejemplo del 
símbolo del amor a la humanidad, a la patria lejana que vivía dentro del 
corazón y que se debería escribir y enseñar en las aulas universitarias en 
vez de otros muchos disparates.
¿De qué depende y cuándo ocurre el verdadero patriotismo? Sorprende, cómo 
se despierta la conciencia del patriota durante los desastres, por ejemplo, 
el bombardeo de la ciudad de Oklahoma, y otros sucesos extraordinarios que 
resultan en el patriotismo y la solidaridad.
¿Pero cómo lograr ser patriota en un país que sólo tiene problemas de toda 
índole? Debemos asumir la responsabilidad de la enseñanza y educación de la 
joven generación a través de las obras ejemplares como las de Cervantes y 
enfrentar la ignorancia, arrogancia, así como la falta del amor por su 
patria? ¿No se obtiene el patriotismo por adquirir las cualidades que 
admiramos y elogiamos en otras partes del mundo, colaborando al 
enriquecimiento de nuestra cultura y nuestro desarrollo intelectual, 
social, moral y económico? ¿Cuántas veces lo mencionaba Cervantes sobre 
Italia, Argelia, o Alemania?
¿Por qué se ven muy poco en los trabajos críticos estos puntos tan 
importantes exhibidos por Cervantes gracias a su experiencia en el 
extranjero que ha transformado a sus compatriotas?, pues “el que lee mucho 
y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.” ¿Se teme reconocer a Cervantes como 
un gran patriota del universo? ¿Por qué hemos entrado en las décadas de 
desprecio y humillación de los extranjeros en vez de admiración, 
reconocimiento e imitación?
En este momento, pido no acusarme por haber tratado de despertar los 
sentimientos nacionalistas, que es un sentimiento de superioridad, ésta no 
es mi meta, al contrario, lo que me interesa es saber, cómo cultivan los 
valores cívicos expuestos por Cervantes para educar al público. ¿Qué 
significa el respeto y el amor a la patria que asegura la estabilidad de 
vida que carecemos para seguir progresando, en particular, cuando los 
valores cívicos están muy bien erigidos? El problema de enseñar los valores 
cívicos en la universidad está fuera de moda y los estudiantes no cuentan 
con muchos ejemplos por parte de los adultos. ¿Es ésta la forma de enseñar 
a los jóvenes el amor a la patria? El éxito se obtiene con un esfuerzo 
continuo, en nuestro caso, al estudiar la obra cervantina, enseñando y 
educando a nuestros estudiantes sobre el verdadero patriota, quien también 
se quejaba de su nación indicando los errores y deficiencias y, a su vez 
ilustrando los medios para poder solucionarlos.
Pero para ello, adquiría la conciencia de unidad y pertenencia en sus 
obras, y era capaz de respetar su entorno, sin ello, jamás se despertará 
dentro de Cervantes el amor a la patria, y eso es exactamente lo que nos 
enseña Cervantes, cuando nos presenta los valores, costumbres y tradiciones 
nacionales, cuando procura conocer la historia, nos revela el esfuerzo para 
construir una nación.
Se nota que el patriotismo de Cervantes es el amor por España y por su 
cultura a la que se sintió ligado. Sus acciones llamadas patrióticas son 
acciones que nos sirven para ejemplificar el amor que tuvo Cervantes hacia 
su país en las aulas universitarias. Desde luego vivimos en unos tiempos en 
que mostrar banderas u otros símbolos patrióticos, está mal visto por 
algunos individuos que lo consideran jingoísta, poco culto e incluso racista.
Cervantes era orgulloso de su herida: “perdió en la batalla naval de 
Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo; herida que, aunque parece fea, 
él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta 
ocasión que vieron los pasados siglos ni esperan ver los venideros, 
militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, 
Carlos V, de feliz memoria.”
Demuestra que el amor a la patria es uno de los afectos más nobles de todo 
corazón, y que la apelación al patriotismo es uno de las más eficaces 
conjuras para excitar y dirigir a las muchedumbres, basta recordar su pelea 
en el barco donde recibió sus famosas heridas. Sus acciones prueban que el 
nombre de España era sagrado para él, y que él era capaz de sacrificarse en 
aras de la virtud y del bien moral, pues donde hay una vida moral intensa, 
es posible que haya un patriotismo fervoroso y capacidad de los grandes 
sacrificios como nos comprobó, al menos eso confirmo después de haber leído 
todas sus obras.
Cervantes señaló que “no hay otra cosa en la tierra más honrada ni de más 
provecho que servir a Dios, primeramente, y luego, a su rey y señor 
natural” e indicó que “es escuela la soldadesca donde el mezquino se hace 
franco, y el franco pródigo, y si algunos soldados se hallan miserables son 
como monstruos que se ven raras veces.”
Aparte de ello, se advierte que Cervantes habla en nombre de la patria, 
examinando sus costumbres, para apreciar los grados de intensidad de su 
vida moral y su patriotismo se conoce gracias a sus resultados, o como dice 
la sentencia evangélica: Ex fructibus cognoscetis eos  por sus frutos los 
conoceréis, pues lo que le preocupaba era ver la salud de la patria, pues 
sabía perfectamente que sólo una cosa puede producir más daño que la 
mentira, la verdad.
Estas heridas de Cervantes fueron inmortalizadas por Lope Félix de Vega 
Carpio (15621635) en los versos de su Laurel de Apolo (1630)

         “En la batalla donde el rayo austrino,
hijo inmortal del águila famosa,
ganó las hojas del laurel divino
al rey del Asia en la campaña undosa,
la fortuna envidiosa
hirió la mano de Miguel Cervantes;
pero su ingenio, en versos de diamantes,
los del plomo volvió con tanta gloria,
que por dulces, sonoros y elegantes,
dieron eternidad a su memoria,
porque se diga que una mano herida
pudo dar a su dueño eterna vida”.

Antes de terminar quiero agradecer a mi querido amigo José Luis Gotor, un 
observador perspicaz de siempre, quien reconoce mi preocupación seria por 
el rumbo equivocado de la enseñanza incorrecta de la vida y de las obras 
cervantinas en las aulas universitarias. En fin de cuentas, prueba de 
nuevo, como muchos otros que: “el amor a la verdad por la verdad misma, es 
parte principal de la perfección humana en este mundo y el semillero de 
todas las demás virtudes.” Krzysztof Sliwa
Laus in Excelsis Deo.





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