>Date: Sat, 07 May 2005 18:35:24 -0500
>From: [log in to unmask]
>Subject: Ovejas o la actitud del artista
>To: [log in to unmask]
>X-MIME-Autoconverted: from quoted-printable to 8bit by rizzo.ou.edu id
> j47NZSKU024624
>X-Mailer: Sun Java(tm) System Messenger Express 6.1 HotFix 0.01 (built Jun 24
> 2004)
>X-Accept-Language: en
>Priority: normal
>Original-recipient: rfc822;[log in to unmask]
>
>This message was originally submitted by [log in to unmask] to the
>CERVANTES-L
>list at LISTS.OU.EDU. If you simply forward it back to the list, using a
>mail
>command that generates "Resent-" fields (ask your local user support or
>consult
>the documentation of your mail program if in doubt), it will be
>distributed and
>the explanations you are now reading will be removed automatically. If
>on the
>other hand you edit the contributions you receive into a digest, you will
>have
>to remove this paragraph manually. Finally, you should be able to
>contact the
>author of this message by using the normal "reply" function of
>your mail
>program.
>
>----------------- Message requiring your approval (12 lines)
>------------------
>Un saludo cordial para todos,
>
>La oveja, en su significado tradicional, es la representación de la
>inocencia y de de la pureza. La docilidad de estos animales es la
>«animalización» de los personajes que rodean a Don Quijote. El cura, el
>barbero, la ama, don Antonio, entre otros, están educados y han sido
>educados de acuerdo con los parámetros cristianos del siglo XVII.
>Recuérdese que Dios llama «rebaño» a sus seguidores. Es decir, sus
>seguidores son personas dóciles, «buenas», que cumplen unos mandamientos,
>que hacen «lo que debe hacerse». En otras palabras, ellos son «buenos
>cristianos». En los personajes de la novela de Cervantes, vemos unos
>personajes cuyas preocupaciones vitales no van más allá de una normal
>cotidianidad. Don Quijote, al atacar este rebaño, está atacando el
>conformismo, la inacción y el estatismo de una sociedad anclada en
>principios y reglas morales. Sugiere, con este hecho «absurdo» una tácita
>inconformidad con el mundo que lo rodea y por eso lo quiere cambiar. Don
>Quijote es el art
>ista incomprendido (por eso es «loco»), cuestionado, amado, atacado y
>odiado. El rebaño de ovejas es la representación de una vida dócil,
>segura, sin riesgos, lo que llamaríamos «normal». Por eso todos añoran a
>que recupere la cordura y vuelva a ser Alonso Quijano el bueno: buen
>ciudadano, sigue unas leyes sin cuestionarlas y se comporta como tal. Don
>Quijote, por supuesto, se sale de estos parámetros establecidos y empieza
>a crear sobre lo que está creado. Es decir, hace arte. Los demás lo imitan
>temporalmente, lo insultan, lo envidian y lo tratan de volver a la cordura
>ya que en sus mentes tan fijas y rigidas el «desequilibrio» tiene que ser
>abolido. Es interesante anotar que ese «regreso a la cordura» es para
>satisfacer el ego de una comunidad que se resiste a aceptar otra forma de
>ver la vida. Por ello, cuando ya en su lecho, moribundo, Don Quijote dice
>que es Alonso Quijano el bueno, todos sienten alivio a pesar de que está
>en los albores de la muerte.
>Para concluir, creo que el ataque al rebaño no es un ataque a la religión
>sino más bien un ataque a la forma en que se ha transmitido una actitud
>ante la vida totalmente docil, inactiva, no creativa, como las ovejas.
>
>Cordialmente,
>
>Carlos Torres
>The University of Oklahoma
|